5.09.2008

BIZARRE LOVE

Mientras el bachiano bajo continuo acompaña desde el viejo tocadiscos, ella lo cabalga enloquecidamente sobre el clandestino lecho. El sudor de ambos cuerpos se mezcla. El la enviste cada vez más violentamente. Mariela toma el bisturí y se infiere un corte sobre la muñeca izquierda, invitando a Manuel a beber las primeras gotas condensadas que comienzan a emanar tímidamente mientras su lengua recorre lentamente el masculino cuello. Ambos sienten como el miembro se ensancha a medida que comparten un beso mezclado con la salinidad del derramado fluido vital. Ella toma de nuevo el instrumento quirúrgico, hiriendo el cuello de Manuel. La excitación y el fuerte alucinógeno compartido borra toda señal de dolor sobre aquellos cuerpos enloquecidos de bizarro placer.


Mariela succiona ávidamente ambas heridas -la suya y la de él- mientras un orgasmo tras otro estremece todas sus profundidades de loba en celo… Aplica un nuevo corte sobre el cuello de Manuel, pero ahora mucho más profundo. El siente dolor a pesar de la mezcla de droga y adrenalina. Mientras sus manos se ensangrentan, ella siente como se endurece más el miembro que la penetra. Recuerda a Miguel -su padrastro- y una lágrima atraviesa toda la longitud de su pálido rostro. Schubert y su “Winterreise” inundan sutilmente aquella habitación que ya no pertenece al mundo de la cordura sino a la travestida realidad de los huérfanos de la oscuridad. La litúrgica iniciación ha comenzado. Somos testigos de ello.
¿Quién llorará a los perdidos?